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El globalismo tiene a Perú en la mira: saqueo de recursos y parar la Nueva Ruta de la Seda en Sudamérica

por Luis Ernesto Vásquez Medina

13 de febrero de 2022

Los poderes globalistas que hoy están al borde de llevar al mundo al exterminio nuclear con la guerra sustituta de la OTAN contra Rusia, han puesto en marcha un siniestro plan para apoderarse de los recursos naturales estratégicos de Sudamérica, lo que les permitirá cubrir sus necesidades para su ya anunciada próxima guerra contra China. Incluso, ya le han puesto fecha a esa guerra anunciada: el 2027. El segundo objetivo estratégico de los globalistas, que coincide plenamente con el primero, es garantizar que Sudamérica nunca se una a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda, ni que prospere el proyecto relacionado de los BRICS-Plus. Ambas alternativas son sumamente atractivas para la región, ante el desplome total del sistema financiero del transatlántico que los está saqueando.

La crisis actual

Ante la pregunta de por qué es importante América Latina, la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, señalo en un video grabado para un acto del Atlantic Council, “think tank” en Estados Unidos que promueve la línea de la OTAN, del 3 de enero del 2023, que su importancia radica en su riqueza de recursos naturales, sobre todo de minerales y tierras raras, y por el Amazonas [nota 1]

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Fuente: Departamento de Defensa de EU

Estas declaraciones reeditan las intenciones neo coloniales que Henry Kissinger plasmó en el infame memorándum de seguridad nacional NSSM 200 en 1974. Y no dejan dudas que las intenciones de los halcones que hoy manejan a Estados Unidos son la de eliminar todo obstáculo para lograr esos objetivos. Para ello, buscan reducir el crecimiento poblacional de la región y quebrar la supervivencia institucional de los Estados nacionales. 

Hoy Perú corre el riesgo de ser la primera gran víctima de esta insania geopolítica. La primera nación mestiza, en el sentido renacentista, de Hispanoamérica [nota 2] está al borde de su extinción como un Estado nación. El demente apetito de los poderes globalistas, para lograr el control de los recursos naturales de Sudamérica, ha provocado un brutal conflicto fratricida. La geopolítica imperial británica, moviendo sus peones de derecha e izquierda, ha desatado una crisis económica, social, política e institucional, que ha llevado a Perú a una crisis mucho peor a la que enfrento en las tres últimas décadas del siglo XX, con la guerra contra el narcoterrorismo de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Otro elemento de la estrategia es provocar conflictos fronterizos y políticos, y hasta militares, entre los países vecinos y hermanos del continente.

La actual confrontación social tiene varios elementos que la hacen más peligrosa para la estabilidad nacional. En primer lugar, sus instigadores están aprovechando la justa furia de la población contra el sistema económico de liberalismo extremo vigente, un sistema de desregulación total, que los poderes tras el FMI y el Banco Mundial impusieron a Perú cuando este tenía una pistola en la cabeza, gracias al terrorismo de Sendero Luminoso, a principios de la década de 1990. Esas reformas neoliberales convirtieron Perú en un paraíso financiero del narcotráfico, y un abierto campo para el saqueo de los recursos naturales, donde el “boom” de las materias primas, tan mentado por los economistas del “milagro económico” peruano, fueron solo un artificio contable del PBI. Sin embargo, este “boom” especulativo en la realidad destruyó la economía física y dejo al país sin los sistemas de salud, educación y empleo formal requeridos para el verdadero desarrollo. 

La pandemia del COVID 19 luego desnudó el sistema y reveló las miserables condiciones de vida de la gran mayoría de los peruanos. Sin un sistema de salud público, que no tenía capacidad hospitalaria de cuidados intensivos, y sin siquiera la capacidad de producir oxígeno medicinal, los muertos por el COVID 19 se contaron por centenares de miles de personas. Perú, en términos relativos (muertos por mil habitantes), según los conservadores datos oficiales fue el país que más muertes tuvo en el mundo a causa de la pandemia. El hecho real, es que la cifra de muertos por la pandemia bordeó el medio millón de personas. Prácticamente no hay una familia peruana que no tenga un familiar que haya muerto por la pandemia.

Esta furia justificada contra el sistema neoliberal extremo está siendo capitalizada por la mano izquierda del imperio global: el terrorismo senderista, el narcotráfico y las mafias de la minería ilegal. Éstas llevan a cabo una violencia planificada, que ya lleva más de dos meses, y que ha producido directamente 70 muertos entre policías y violentistas (este fin de semana se sumaron siete policías asesinados por el narcoterrorismo en el VRAEN). Las hordas bien financiadas no solo tienen bloqueadas más de 80 vías de comunicación nacional, lo que está produciendo el desabastecimiento de alimentos y medicinas en decenas de ciudades del país, sino que, también han incendiado un sinnúmero de dependencias policiales, locales del poder judicial y han atacado tres aeropuertos. 

Todo esto responde a una estrategia dirigida por los senderistas que llegaron al poder con el expresidente Pedro Castillo; cuyo gobierno se dedicó desde sus inicios a tomar el control de instituciones clave y destruir todo el sistema de gobierno central que todavía funcionaba.

Bajo el lema leninista “salvo el poder, todo es ilusión”, que a menudo repite Vladimir Cerrón, el líder el partido Perú Libre (el partido de orientación abiertamente marxista y maoísta que llevó a Castillo a la presidencia), el ejecutivo de Castillo desmanteló el aparato del Estado, reemplazando la meritocracia, copando todos los ministerios e instituciones tutelares en niveles ejecutivos, con toda una red de miembros de los organismos fachadas de Sendero Luminoso. Lejos de gobernar y resolver algunos problemas urgentes, de salud o de la educación, Castillo se dedicó a levantar a toda una serie de poderes regionales, en conjunción con el narcotráfico, la minería ilegal y los “licenciados” de las fuerzas armadas del grupo neo fascista de Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala. 

Así aparecieron por todo el interior del país “comités de autodefensa”, cuerpos de “ronderos” (paramilitares campesinos) e incluso llegó a nombrar, con ayuda de los “caviares” [nota 3] a más de 300 prefectos y sub prefectos (autoridades del ejecutivo en las localidades de diferente rango), la gran mayoría de ellos pertenecientes a las filas de las organizaciones de fachada de Sendero Luminoso. La meta principal de Castillo era armar la segunda “toma de Lima” para destruir a las instituciones nacionales con sede en Lima, el Congreso Nacional y el Poder Judicial, como paso previo a su autogolpe y nombrarse dictador de una “República de Nuevo Tipo”, tal como lo soñaba el propio líder de Sendero Luminoso de la década de los 80 y 90, Abimael Guzmán, en su afiebrada doctrina maoísta de guerra popular prolongada. 

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Foto: Presidencia del Perú
El entonces Presidente de Perú Pedro Castillo, con prefectos vinculados al FENATEP

Estos planes fallaron por poco, fundamentalmente por la oposición de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el plan sigue en marcha en la práctica y la violencia se acrecienta día a día y no tienen visos de terminar.

Para que no quede duda de lo artificioso y de cómo las agencias de inteligencia globalistas tienen la mano metida en la actual crisis peruana, basta tomar nota de la reciente campaña de propaganda contra China y Rusia, a los que se pretende incluir en un supuesto apoyo de la revuelta que lleva a cabo el senderismo en el Perú. Esta campaña comenzó en la primera semana de febrero, cuando súbitamente apareció una gran bandera rusa portada por las hordas violentistas en una marcha en el centro de Lima. Simultáneamente, el día 6 de febrero pasado, la televisión limeña reportó las declaraciones de dos líderes del senderismo narcotraficante, desde el VRAEM, el centro cocalero del país, declarándose seguidores de Xi Jinping y de Vladimir Putin y pidiéndoles auxilio por la supuesta matanza de la que son víctimas por “defender la patria”.

¿Quién frena la violencia? Las Fuerzas Armadas heridas

Es una pregunta que se hace todo el pueblo peruano. La actual Presidente, Dina Boluarte, integrante de la lista presidencial de Pedro Castillo como primer vicepresidente, lamentablemente no ata ni desata frente a la crisis que día a día se desborda. Pareciera que no tiene la voluntad y los medios para imponer el orden al menor costo posible. Por otro lado, las FFAA peruanas no son las mismas que vencieron al narcoterrorismo a fines del siglo pasado. No solo no cuentan con el aval político para esa misión por parte de la Presidente, sino que están bastante escarmentadas con el trato recibido por su lucha anti terrorista contra Sendero Luminoso. 

Frenar la violencia en Perú necesita, en la práctica, contar con un sistema de inteligencia que detecte a los cabecillas e identifique las rutas del dinero del narcoterrorismo y de la minería ilegal que financia este tipo de guerra no convencional. También requiere plantear una solución a los problemas económicos urgentes que padece la población. Lamentablemente, el ataque que han sufrido las FFAA, que detallamos a continuación, ha hecho mella en la capacidad de la inteligencia. Hoy día la inteligencia nacional no solo ha sido destruida en gran parte, sino que lo que queda de ella está totalmente infiltrada, al grado que el último jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional (DINE) que nombró apresuradamente Castillo antes de leer su discurso de autogolpe, era un general retirado confeso admirador de Sendero Luminoso.

Luego de la caída del gobierno de Alberto Fujimori a principios del 2000, las FFAA peruanas fueron presa de una real caza de brujas: se les persiguió judicialmente, sus familias fueron llevadas a la ruina y muchos de ellos todavía purgan prisión. El caso más miserable es el del general Nicolás Hermoza Ríos, ex comandante de las FFAA, quien cumple una cadena perpetua y desde hace cinco años ha estado enfermo en una situación vegetativa. Él sigue preso en condiciones infrahumanas.

Las ONG del megaespeculador George Soros, y el dinero de las grandes fundaciones del globalismo, pagaron tribunales internacionales y nacionales para llevar a cabo este monstruoso escarmiento. Luego de la caída del Presidente Alberto Fujimori pusieron en práctica todos los medios que denunciamos en nuestro ya famoso libro, “El complot para destruir a las fuerzas armadas y a las naciones de Iberoamérica”. En los gobiernos de Valentín Paniagua y del mafioso Alejandro Toledo, bajo la conducción del hombre reclutado por la inteligencia británica en Perú, Diego García Sayán, se dejó en libertad a más de 5,000 terroristas. La mayoría de ellos siguieron trabajando sigilosamente en lo que Abimael Guzmán llamó la guerra popular prolongada para la toma del poder. Ahora ellos son los dirigentes de campo en la violencia organizada que sufre el Perú hoy en día.

Otro aspecto de este proceso fue el de modificar la historia real de lo que había pasado en Perú. Con millones de dólares de la banca europea, traídos por Mario Vargas Llosa, se edificó en Lima un grandioso museo de la memoria, que constituye el más cínico ataque a la victoria de las FFAA contra Sendero Luminoso [nota 4]

Esto se complementó, y es quizás el aspecto más importante del complot contra las FFAA y contra la nación, con el proceso de reeducación “democrática” de las FFAA peruanas, guiado principalmente por los centros neoconservadores de Washington, con el fin de cambiar la mentalidad del militar peruano. Así se puso en marcha todo un plan de lavado cerebral con el objetivo de terminar con todo vestigio de “nacionalismo” constructivo que existía en la mente del militar peruano. A todos los oficiales se les mandó a llevar cursos de “derechos humanos” en el nido de los “caviares” de Soros, la Universidad Católica del Perú. Se cambió la doctrina de defensa nacional, creando el SEDENA. Y con el cuento de la “profesionalización”, se redujo la misión de las FFAA a tan solo la defensa de las fronteras. 

Todo este cambio fue presentado a fines del 2010 en el Libro Blanco (práctica muy británica para ejecutar cambios en la naturaleza profunda de las instituciones). El general (r) Roberto Enrique Chiabra, un circunstancial socio político del mafioso ex Presidente Alejandro Toledo en ese entonces, tuvo que firmar, sin sonrojarse, dicho mamotreto. El autor fue el antropólogo Enrique Obando, de la National Endowment for Democracy (aparato de inteligencia de Washington que realiza actividades internacionales, usando becas y demás), y el libro comienza rechazando los postulados de la Paz de Westfalia, negando el concepto de soberanía nacional.

Lo que se buscaba, en definitiva, era borrar toda la idea de que, en un país atrasado como Perú sus FFAA deben ser un agente protagónico del desarrollo nacional, tal como lo sostenía el general gaullista, gral. José del Carmen Marín, quien a fines de la década de 1940 creó un sistema de educación cívico militar que produjera los cuadros dirigentes para llevar a cabo el “Proyecto Nacional” de desarrollo. El sistema educativo de Marín comenzaba con la creación de colegios militares secundarios a lo largo de la república y terminaba con el famoso Centro de Altos Estudios Militares, CAEM, que se debería encargar de desarrollar y afinar ese Proyecto Nacional”, el cual tenía como eje el desarrollo de la economía física de la nación. 

El complot para destruir la mente de los militares requirió cerrar definitivamente al CAEM y eso coincidió con la celebración del cincuentenario de su fundación. Hay que resaltar que Lyndon LaRouche fue invitado como orador principal para tal evento, que se frustró precisamente por el golpe de estado contra Fujimori. Hoy el CAEM ya no existe; hasta se le ha cambiado el nombre. Ahora se llama Centro de Altos Estudios Nacionales, CAEN, convirtiéndolo en un posgrado civil de administración cualquiera. 

En su reemplazo se ha creado el Centro de Estudios Estratégicos del Ejército del Perú (CEEEP), creado en el año 2018, como el “think tank” (en inglés, tal como figura en su página web) del ejército peruano. El CEEEP está asociado al Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos. Incluso, Evan Ellis, Profesor de Investigación sobre América Latina del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, es a la vez Analista Principal del CEEEP. Ellis es un afiebrado investigador y azuzador contra la presencia de China en el continente sudamericano e impulsor de lo que llama la necesaria participación de América Latina en una próxima guerra de la OTAN contra China [nota 5]. Ellis también es Asociado Principal en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de la Universidad de Georgetown en Washington, base de operaciones por décadas de Henry Kissinger.

Para quien crea que estas acciones contra las FFAA peruanas son cosa del pasado, basta revisar las inesperadas visitas de altos mandos militares de Estados Unidos e Inglaterra a Perú en los últimos meses. En octubre del 2022 visitó Perú una delegación encabezada por el almirante Samuel Paparo, comandante de la Flota del Pacífico Sur de Estados Unidos, y por el contralmirante James Aiken, comandante del Comando Sur de Fuerzas Navales de Estados Unidos (4ta Flota) --es decir, el jefe de la mayor armada de Estados Unidos (se estima que el 70% de toda la flota norteamericana está ahora en el Pacifico). Se reunió con sus pares peruanos. Según versiones periodísticas, por esas fechas también nos visitó el Jefe del Estado Mayor de la Real Armada del Reino Unido, Almirante Sir Ben Key. Tal como el neoconservador limeño y ex becario de George Soros, Francisco Tudela, lo declaró, todos ellos expresaron su “justificado” temor de que el Puerto de Chancay, que los chinos están construyendo y que será el puerto más grande del Pacifico Sur, pudiera convertirse, especulan, en un punto de penetración militar de China en Sudamérica. 

En marzo pasado, visitó Perú el comandante General del Ejército Sur de Estados Unidos, Mayor General William L. Thigpen. Y más recientemente, a mediados de enero del 2023, la marina peruana recibió la visita del comandante de las Fuerzas Médicas Navales del Pacífico de la Armada de Estados Unidos [nota 6]

La idea detrás de todas estas visitas es, tal como se deduce de lo dicho por la general Laura Richardson, y Evan Ellis, es que los países del Pacífico Sur Americano debieran ser parte integrante del AUKUS o algún mecanismo parecido para extender la OTAN al sur para hacer su venidera guerra contra China en el Indo-Pacífico.

La guerra racial y el papel de Tavistock

La crisis peruana tiene hoy un elemento aún más peligroso y que no estaba presente en la vesánica guerra que desató el narcoterrorismo en las décadas de 1980 y 1990. Ahora se ha añadido un artificioso conflicto racial: una confrontación de los llamados “pueblos originarios” contra la parte supuestamente “blanca” de la sociedad peruana. Todo esto es un artificio racial construido desde la década de 1930 por la escuela antropológica francesa (Paul Rivet y Jacques Soustelle) y por los nazis (e.g., Axel Wenner-Gren) que impulsaron al “indigenismo” como una categoría fundamental para explicar el proceso social de Perú y de Hispanoamérica. 

Esta artificiosa interpretación fue, desde principios de la década de 1960, ampliada y puesta en práctica con operaciones de lavado cerebral masivo por los expertos del Instituto Tavistock de Londres, quienes, junto a los seguidores de la Escuela de Fráncfort, crearon el tristemente célebre “boom” de las dizque “ciencias sociales” en el Perú, para lo cual contaron con la ayuda financiera de la Fundación Ford, de la Fundación Rockefeller y de la Fundación Vikingo (de Axel Wenner-Gren, el hombre de Hitler en Hispanoamérica). La influencia en las ciencias sociales del pensamiento de Tavistock fue tan grande que hoy es común oír decir que para ser un verdadero historiador o un “científico social” se necesita ser primero un psicoanalista.

El papel de Tavistock y sus agentes más importantes en Perú, Max Hernández y Francisco Sagasti, es clave para entender lo que pasa en el Perú hoy. La capacidad de Tavistock para destruir naciones con el pretexto del racismo es ya proverbial. La crisis de Perú hoy recuerda mucho a lo que los siquiatras de Tavistock hicieron para producir la barbarie genocida de los Balcanes a comienzos de este siglo. En esos momentos, Slobodan Milosevic, el Carnicero de los Balcanes, manejado por los siquiatras de Tavistock, entre los que sobresalía el Dr. Mihailo Markovic, un siquiatra de Tavistock, pasó de ser un marxista clásico a un fanático nacionalista de tierra y sangre, y con esa locura se desató una brutal guerra de “limpieza de sangre” contra los albaneses que constituían el 95 % de la población de Kosovo.

La similitud del Dr. Max Hernández con el Dr. Markovic es impresionante, no solo porque ambos fueron entrenados en Tavistock y se adherían a la Escuela de Fráncfort, sino por la forma cómo inflamaron a sus naciones. Markovic fue el principal instigador del infame discurso de Milosevic de octubre del 2000, cuando, estando al borde de su caída del poder, mandó sacar los tanques a la calle para aplastar a su propio pueblo. Por su lado, Max Hernández, el “gurú” mayor de Tavistock en Perú y que ha dedicado toda su carrera a destruir la obra del Inca Garcilaso de la Vega [nota 7], se reunió con el Presidente Pedro Castillo a una semana de que leyera su infausto mensaje cerrando el Congreso y de facto nombrándose dictador de Perú. También ha sido revelado que el propio ex Presidente Sagasti, otro miembro del Instituto Tavistock, estando todavía en funciones, en un acto anticonstitucional abogó para que el senderista Pedro Castillo llegara al poder [nota 8]. También, recientemente se supo de las continuas y furtivas visitas que hacían tanto Sagasti como Hernández al Palacio de Gobierno durante los 18 meses en que duró Castillo en su cargo [nota 9].

La labor de Tavistock de meter la cuña racial como el elemento de disputa en el actual conflicto de Perú, ha tenido especial magnitud en la zona sur peruana, sobre todo en la zona limítrofe con Bolivia. Esto merece un comentario adicional para entender esta situación.

El virrey Toledo y el consumo de coca

La desestabilización de Perú por los intereses globalistas apunta a desmembrar a Perú, y también a Bolivia, para así facilitar el control de la inmensa región que abarca el sur peruano y la cuenca alto andina del lago Titicaca, la que comparten hoy Perú y Bolivia. Esta zona posee las reservas de minerales estratégicos más importantes del continente, que se usan hoy día en la industria: el cobre, oro, plata, platino, zinc, etc. Además, hay inmensas y apetecibles reservas de litio, uranio y de tierras raras. Así en Puno, en Macusani, acaban de identificarse inmensos yacimientos de uranio y litio.

Por ello, el apetito imperial por esta región tiene una larga historia. Desde los primeros años de la colonia, los españoles, en su búsqueda de las fuentes de oro y plata, redescubrieron las inmensas vetas de plata y oro en la meseta andina del Collao, que bordea el lago Titicaca. Allí en 1545 encontraron las portentosas vetas de plata del Potosí (hoy Bolivia), prácticamente una inmensa montaña de plata. A los pocos años, en 1566, a 1,700 km al norte del Potosí, se descubrió la mina de mercurio (azogue) de Huancavelica (que fue la única mina de mercurio de toda América, hasta mediados del siglo XIX) que permitió la producción de plata de alta finesa en la colonia hispana. De hecho, la ruta Lima (con su casa de la moneda), Huancavelica, Potosí y Rio de la Plata (como puerto de embarque en el Atlántico), constituyó el eje productivo y comercial más importante de la colonia española en Sudamérica en casi 300 años. Potosí, con su cerro de plata, creció rápidamente como una ciudad y para mediados de 1600 albergaba a más de 160 mil habitantes, convirtiéndose en la más populosa de América del Sur.

El Virrey Toledo que llegó a Perú en 1569 implantó un sistema monstruoso de saqueo, con el fin de que la corona española pudiera pagar la deuda que había contraído para financiar las guerras de limpieza de sangre contra los moros y judíos y para la conquista de América. El virrey Toledo, un producto del Concilio de Trento, terminó con la paz y coexistencia que había existido en los primeros años de la conquista, durante el período de los llamados Incas católicos de Vilcabamba en el Cuzco. Toledo organizó toda la explotación de la plata y oro de esta parte del virreinato de Perú y del Alto Perú. Fundó la cuidad de Huancavelica, creó y organizó la mita minera, un tipo de trabajo esclavo que los indígenas debían realizar, so pena de muerte. Impuso el pago del salario con coca y aguardiente por trabajar en las minas, usando la falsedad de que la coca era alimenticia [nota 10]

En sus “Nuevas Leyes de Indias”, Toledo estableció un calendario preciso y el método para la masiva producción de la coca en las zonas interandinas y con todo ello expandió el consumo de la coca en forma de “chacchado” o masticado con cal, por todo el mundo andino peruano y boliviano. Esta costumbre por 500 años ha mantenido en la desnutrición generalizada a los indígenas y campesinos del Ande peruano y boliviano. Lamentablemente algunos actuales líderes políticos, que dicen defender en nombre de los “pueblos originarios” (Evo Morales en Bolivia, y el Partido Perú Libre en Perú) siguen sosteniendo y promoviendo esta práctica.

Finalmente, hay que señalar que es falso que el consumo de la coca directa haya sido una costumbre venida del imperio incaico. Tal como lo dijo el Inca Garcilaso de la Vega, los Incas, por el contrario, prohibieron la maldita costumbre del “chacchado” de la coca [nota 11]. Con todo rigor se puede decir que la Leyenda Negra de la conquista se inició con el Virrey Toledo en su afán de cumplir con la banca usurera europea de ese entonces.

Para entender la importancia de la extracción minera de la América española, solo basta ver el caso de la moneda española, llamada el “Real de Ocho”, una moneda de plata de altísima pureza que se producía en Potosí, Lima y México. Los millones y millones de “Reales de Ocho” que la corona española circuló, permitió la expansión económica y comercial de todo el occidente y más allá, desde 1600 hasta mediados de la década de 1800. Esta moneda, que fue llamada “el dólar español”, era aceptada en el comercio de prácticamente todos los países europeos, en las Filipinas y en China. Incluso en el propio Estados Unidos era aceptado por encima del propio dólar de plata americano, situación que solo pudo ser modificada por una ley monetaria expresa de 1857. Así, el Real de Ocho fue la moneda de mayor aceptación por el mercado mundial en toda la historia, tan solo superada a partir de 1946 por el dólar de Bretton Woods.

Runasur y la balcanización de Perú y Bolivia

El apetito del imperio británico no cejó con el proceso en Iberoamérica para independizarse de España. La Foreign Office británica soñaba con apoderarse del eje comercial y minero que comenzaba en el sur peruano, seguía por el altiplano peruano-boliviano y terminaba en el Rio de la Plata. Y las órdenes británicas eran trasmitidas por el británico Belford Hinton Wilson, edecán y consejero permanente de Bolívar en sus campañas de la Gran Colombia y Perú.

Wilson fue un agente de la Foreign Office británica, primero con lord Canning y luego con lord Palmerston. El apego de Bolívar por su asesor británico quedó revelado con el reconocimiento que le brinda, de puño y letra, en su testamento. Belford Wilson, luego de su labor en Sudamérica (hasta 1841), fue nombrado lord de la corona británica. Wilson estuvo presente en la batalla de Ayacucho, la que selló el fin del imperio español en las Américas; él fue el encargado de trasmitir la noticia a lord Canning, quien informara a la reina Victoria con sus reveladoras frases: “La cosa está hecha; el clavo está puesto, la América Española está libre; y si sabemos dirigir bien nuestras negociaciones, será británica”. 

La Confederación Perú-Boliviana (1835-1839)
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Fuente: Wikimedia Commons

La estrategia central para asegurar que la América española “será británica” era –y es– la de balcanizar a la región. Por ejemplo, en 1836 se creó la Confederación Perú-Boliviana, una maniobra dirigida desde Londres por lord Palmerston y conducida, de nuevo, por el agente Belford Wilson, quien, a la muerte de Bolívar, quedó como cónsul general de Gran Bretaña en Perú y fue el principal asesor y contacto del general Andrés de Santa Cruz y lord Palmerston. La Confederación suponía la partición de Perú en dos Estados: el Estado Nor peruano y el Estado Sur peruano, los que junto con Bolivia conformaron la mentada Confederación. Esta fue presidida, con carácter de perpetuidad, por el general Santa Cruz, un lugarteniente de Bolívar. La Confederación Perú-Boliviana duró hasta 1839.

Hoy, desafortunadamente se ha reactivado este viejo proyecto británico en boca de voceros de Runasur, ligados al expresidente de Bolivia, Evo Morales [nota 12]. Y en este mundo de “casualidades” están repitiendo las mismas razones que argüía Santa Cruz en 1836: “El sur tiene minas, Lima vive de ellas”, “Lima explota al sur peruano”, etc. Éstas son las consignas que se escuchan hoy en día en las marchas del sur de Perú. [nota 13]

Como en la historia no hay coincidencias, la verdad fue que el plan de lord Palmerston, que trasmitía Bedford Wilson, estaba dirigido a tomar el control de la famosa ruta de la plata por los intereses británicos. [nota 14]

Bosquejo de mapa de La Ruta de la Plata de Buenos Aires a Lima (1630-1820)
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Fuente: EIR

Tan claras eran estas intenciones que luego de la batalla de Paucarpata, cuando triunfa temporalmente Santa Cruz, la Confederación es puesta bajo protección de la corona británica. Sin embargo, la resistencia nacional ante este atropello continuó durante años y en 1839 en la Batalla de Yungay (al norte de Perú) los ejércitos de la confederación de Santa Cruz fueron derrotados por las fuerzas peruanas. En 1839, derrotado Santa Cruz, huye al sur del Perú al puerto de Islay. Y se refugia en la casa del cónsul británico, Crompton, quien ante la inminente captura de Santa Cruz por tropas peruanas, llama a 60 marinos de su majestad, del navío “Samarang” de la real flota británica, que lo llevan a bordo, recibiéndole con 21 cañonazos. El navío británico lo saca del Perú y lo lleva a Ecuador, para iniciar un exilio que duraría el resto de su vida [nota 15].

El actor principal de la victoria peruana fue el general Ramón Castilla, una figura señera del nacionalismo peruano. Podemos decir, que el gran mariscal Castilla, quien también apoyo a Benito Juárez en su lucha contra la invasión francesa, fue el iniciador de la gran corriente anti imperial británica en las FFAA peruanas. Esa orientación se mostró en 1982 cuando las FFAA peruanas, pasando por encima de la indecisión del Presidente Fernando Belaunde, mandó a su mejor flota de aviones Mirage a pelear en contra de los británicos en las Malvinas.

El Runasur propuesto por Evo Morales, aunque él mismo quizás no esté consciente del hecho, es una reedición de la Confederación de lord Palmerston, a la que se le añade algunos “pueblos originarios” del norte de Chile y del norte de Argentina. Y está destinada a incendiar aún más la pradera. Peor aún es el concepto bestial del hombre en el que se basa el Runasur, como se ve claramente en su Decálogo [nota 16].

 

Cooperación Perú-Bolivia dentro de la Nueva Ruta de la Seda

La mejor respuesta a estas pretensiones divisionistas es buscar la unidad de las naciones de Sudamérica, en el contexto de su participación en la Nueva Ruta de la Seda – que es precisamente lo que más teme la oligarquía globalista hoy día.

Perú y Bolivia pueden dar un ejemplo al continente en ese sentido: pasar del conflicto a la cooperación, respetando la soberanía nacional, para ayudar a forjar una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo parecida a la de la Paz de Westfalia. Un buen ejemplo del tipo de cooperación que se requiere, es el proyecto binacional que este autor propuso en junio del 2006, y que sigue siendo válido, en un artículo titulado “Energía nuclear para Bolivia”, del que publicamos a continuación algunos extractos:

El desarrollo de Bolivia, la nación más pobre de América del Sur, es imprescindible para la paz y el desarrollo de todo el continente sudamericano. Para ello es necesario llevar lo más avanzado de la ciencia y la tecnología a este país del altiplano andino; Bolivia debe entrar ahora a la era de la energía nuclear. Hoy, cuando se discute de forma soberana qué debe hacerse con la riqueza gasífera, se da una coyuntura particularmente favorable para que Bolivia dé este salto al progreso. La fórmula política hoy día en Bolivia debe ser el intercambio de gas por energía nuclear.

Bolivia no solo comparte fronteras con la mayor parte de los países sudamericanos, sino que tiene las reservas minerales, energéticas y de agua dulce más grandes de la región. Por ello ha representado el bocado más ansiado para la banca sinarquista internacional, que no ha cesado de fomentar conflictos geopolíticos regionales para lograr sus objetivos estratégicos. El propio títere sinarquista Augusto Pinochet, en su libro ‘La geopolítica de Chile’, señaló que, quiéralo o no, a largo plazo Chile tendrá que intentar tomar control de los recursos, en especial del agua y el gas que se encuentran en la meseta del lago Titicaca, en el sur peruano y el oriente boliviano.

No cabe duda que la escasez energética y de agua en el norte de Chile también tienen como única salida pacífica el desarrollo de la energía nuclear….

El altiplano boliviano, que comprende los tres departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, y el peruano de Puno, requiere agua y energía eléctrica barata para su desarrollo, la cual solo podrá obtenerse mediante una planta de energía nuclear. Estudios realizados por la Junta de Energía Atómica de Perú y la empresa estadounidense General Electric a principios de los 1960, determinaron la plena factibilidad de industrializar toda esta región con la instalación de una central nuclear a orillas del Titicaca….

En la actualidad los ingresos del gas boliviano hacen totalmente factible la instalación de una central nuclear de unos 400 MW, con un diseño moderno, que permitiría la industrialización de toda la región altiplánica boliviana y, además, el transvase de agua para la región oriental de Bolivia con fines de irrigación. En dicho proyecto, además de Perú y Chile, sin duda deben participar Argentina y Brasil con su tecnología. Hay que recordar que el FMI clausuró los programas nucleares de todos los países de Iberoamérica, que, en base a la cooperación continental, estaban dirigidos a que entraran a la era nuclear a fines del siglo 20. Argentina transfirió tecnología atómica a Perú donde, con esa cooperación, se construye un reactor atómico de investigación de 10 MW en Huarangal, al norte de Lima. Este era el primer paso para instalar dos centrales nucleares, una al norte del país y la segunda a orillas del Titicaca, antes de finalizar el siglo 20.

Hoy, cuando el imperio financiero internacional que impidió esos avances está derrumbándose, es momento de que nuestras naciones retomen estas ideas de progreso.”

El tema de la energía nuclear como factor decisivo para lograr la verdadera integración de la región, y de toda Sudamérica, será abordada en más detalle en una segunda entrega de esta serie de artículos. En el siguiente artículo trataremos cuatro aspectos fundamentales para resolver la crisis: 1) la energía nuclear; 2) ferrocarriles transcontinentales y sus puertos de gran calado relacionados; 3) el narcotráfico y el consumo de drogas; y 4) la minería ilegal.


NOTAS

[nota 1] La general Laura Richardson ante el Atlantic Council: "¿Por qué es importante esta región?” Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile". Habló de las “reservas de petróleo más grandes", destacando la importancia del Amazonas como "los pulmones del mundo". Allí (en el Amazonas) agregó, "tenemos el 31 % del agua dulce del mundo”, por lo que a Estados Unidos le queda "mucho por hacer.” Explicó que “esta región importa… Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego", puntualizó. Aclarando a qué se refería con lo de seguridad nacional, Richardson dijo que el "adversario número dos" de Estados Unidos en América Latina es Rusia. En otros manifiestos públicos, altos funcionarios norteamericanos como de la OTAN, ya aclararon que su adversario número uno es China.pagina12.com. ar/ 517903-litio-petroleo-y-agua-dulceestados-unidos-ni-disimula-sus-i Recientemente se ha confirmado que las reservas de uranio y litio en el departamento de Puno en Perú no solo son cuantiosas, sino que son de la más alta pureza.

[nota 2] Tal como nos cuenta el gran Inca Garcilaso de la Vega, el primer humanista neoplatónico que floreció en Hispanoamérica, los primeros años de la evangelización, guiados principalmente por la orden agustina, dio como fruto a la nación mestiza llamada Perú, un proceso que fue lastimado, aunque no destruido totalmente, por la imposición de las brutales políticas de saqueo de nuestras materias primas (en ese entonces oro y plata) que impulsó en el gran Perú de entonces el Virrey Toledo, instalando el trabajo esclavo y la criminal expansión forzada del consumo de la hoja de coca -- todo para cumplir con los requerimientos del cobro de la deuda que la banca Habsburgo de la familia de los Fugger y de los Welser le exigía a la corona española.

[nota 3] Los “caviares” es la denominación peruana de los socialistas liberales que se han encargado de imponer el paradigma del globalismo: legalización de las drogas, ambientalismo, legalización del aborto, destrucción de las fuerzas armadas y defensa del libre mercado. La gran mayoría de estos trabajan en las ONG, especialmente las de George Soros.

[nota 4] El apego de Max Hernández, Francisco Sagasti y Mario Vargas Losa a la revolución cultural maoísta de China ya era bien sabido. El propio Sagasti lo relata en su escrito “Reflexiones personales sobre Max Hernández”, donde cuenta que cuando estaba en Londres entrenando en el Instituto Tavistock, se reunía con Max Hernández y Mario Vargas Llosa para hablar sobre la Revolución Cultural Maoísta.

[nota 5] El pasado 12 de enero de este año, la “Revista Seguridad y Poder Terrestre” del CEEEP publicó un artículo de Robert Evan Ellis, “El Papel Estratégico de América Latina en un Conflicto Global por Taiwán”, en el que examina y advierte sobre el papel que podría desempeñar América Latina (dada la ingente inversión China en América del Sur), como objeto de eventuales futuras actividades militares chinas, en el contexto de una guerra de la OTAN contra China, por Taiwán.

[nota 6] En ese contexto, hay que señalar algo que es por lo menos extraño, y es la existencia de 11 laboratorios de dizque “Investigación de Enfermedades Tropicales” en la Amazonía peruana, los que hasta el momento no han producido ni siquiera una vacuna contra el dengue, pero que continúan una labor, que nadie conoce, ya por más de cuatro décadas.

[nota 7] Alberto Flores Galindo “Buscando un Inca, identidad y utopía en los Andes”

[nota 8] Luis Vásquez Medina “El indigenismo, la guerra cultural de Sendero Luminoso”. Resumen Ejecutivo de EIR, primera quincena de agosto de 1993.

[nota 9] Fue pública la conversación entre el aún Presidente Francisco Sagasti y Mario Vargas Llosa, una violación de la ley electoral, para que el escritor interceda con Keiko Fujimori y la haga renunciar a su candidatura en la segunda vuelta de las elecciones peruanas.

[nota 10] Luis Vásquez Medina. “La coca es la hoja sagrada del imperialismo británico”. Resumen electrónico de EIR, 12 de septiembre de 2008.

[nota 11] Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales. "...la yerba llamada coca, que los indios comen, la cual entonces no era tan común como ahora, porque no la comía sino el Inca y sus parientes y algunos curacas (autoridades indígenas), a quienes el rey, por mucho favor y merced, enviaba algunos cestos de ellas por año".

[nota 12] Por ejemplo, el gobernador de Puno, Germán Alejo Apaza (2019-2022):
youtu. be/ nJGVAgTZSJU

El propio Evo Morales promovió la idea de la Confederación Perú-Boliviana en Twitter el 22 de noviembre de 2021: “Bolivia y Perú son hermanos con lazos históricos e inquebrantables de lucha por dignidad y soberanía, p.ej. en tiempos de Confederación Perú-Boliviana”.

[nota 13] La Confederación Perú-Boliviana, establecida por Londres, suponía la partición de Perú en dos Estados: el Estado Nor peruano y el Estado Sur peruano, los que junto con Bolivia conformaron la mentada Confederación.

[nota 14] La Ruta de la Plata sudamericana: Lima, Huancavelica, Potosí y el Río la Plata

[nota 15] Del historiador Phillip Parkerson, “Andrés de Santa Cruz y la Confederación Perú-Boliviana, 1835-1839”, donde se publica parte de la correspondencia entre Palmerston y Bolívar. Ver también: la “Historia de la Republica de Perú” de Jorge Basadre, que da cuenta de la intromisión británica en la creación de la Confederación Perú-Boliviana.

[nota 16] Decálogo del Runasur propuesto por Evo Morales: “Fortalezcamos la Defensa de la Madre Tierra y sus Derechos. América Plurinacional promueve e impulsa los derechos de la Madre Tierra. Los pueblos indígenas siempre vivimos en interdependencia con la naturaleza. El ser humano sin la naturaleza no puede vivir, la naturaleza sin el ser humano quizá puede vivir mejor”.

 
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