15 de julio de 2024 (EIRNS) — El tiroteo del 13 de julio en un mitin de campaña de Trump en Butler, Pensilvania, conmocionó a la nación y al mundo, y puso al país literalmente al borde del caos total. Por primera vez en décadas, un Presidente o candidato presidencial ha sufrido un intento de asesinato, y además en un momento crucial de la historia. No se trata simplemente de un ataque a Donald Trump, sino de un ataque a la institución de la Presidencia de Estados Unidos, y a la capacidad de esa institución para responder de forma orgánica, o no lineal, en un momento de grave crisis. 

Independientemente de los detalles que puedan surgir en los próximos días con relación al atroz fallo de seguridad, o algo peor, que se produjo el 13 de julio, hay procesos inequívocos en marcha a nivel estratégico que deberían informar nuestro modo de pensar. Trump se ha encontrado en una especie de punto de mira de la historia, menos por algo que haya hecho que por el peso de los acontecimientos de los que se ha visto rodeado. 

Consideren este intento de asesinato a la luz del hecho de que el Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, concluyó su "misión de paz" la semana pasada visitando Mar-a-Lago, Florida, para reunirse con Trump, tras la cumbre de la OTAN en Washington. Se trata del mismo Orbán cuyo amigo, el primer ministro eslovaco Robert Fico, también fue baleado y estuvo a punto de morir el 15 de mayo en un intento de asesinato no hace ni dos meses. Estas realidades nos recuerdan el papel del Buró Internacional de Asesinatos, y su función como mecanismo ejecutor para lo que queda del actual sistema imperial anglo-estadounidense, incluso sobre la Presidencia de Estados Unidos. Como decía en febrero de 2023 el informe de la Organización LaRouche “Stop NATO’s World War: Dismantle the International Assassination Bureau” (Detengamos la guerra mundial de la OTAN: a desmantelar el Buró Internacional de Asesinatos): “Es sorprendente, para cualquiera que se atreva a pensar en ello, que cualquier figura mundial, incluyendo enfáticamente, cualquier Presidente estadounidense, que pretenda seguir una política de paz y desarrollo, es objeto de ataques inmediatos de diversas maneras. Ataques mediáticos y calumnias, golpes de estado y revoluciones de colores, agresiones judiciales y asesinatos son las herramientas del oficio de un buró internacional de asesinatos, que busca sembrar el terror en las poblaciones y desmoralizarlas para que acepten los dictados de un cuerpo no electo de oligarcas anglo-estadounidenses que hacen e imponen brutalmente su ‘orden basado en reglas’ en el mundo". 

Ninguna persona honesta podría negar que el mundo se encuentre hoy en la cúspide de una nueva época. Hay muchas facetas de esto que uno podría señalar, pero tal vez la más significativa es que los esfuerzos de Occidente para "aislar" a Rusia y cambiar la opinión mundial hacia su narrativa de la "amenaza existencial a la democracia" ha fracasado por completo, y está viendo más y más roturas en la presa cada día. La camarilla belicosa de la OTAN y la belicosa casta política dominante hoy en Occidente tuvieron su cumbre de la OTAN donde mostraron su preocupación por una vitoria de Trump en noviembre, y con toda su furia aprovecharon para lanzar una escalada mayor contra Rusia, con el plan de colocar misiles de largo alcance Europa y concretando acuerdos "a prueba de Trump” para las estructuras de la Alianza en los próximos años. Ahora el centro de planificación de la monarquía británica, el Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés) hace un llamado a que el Reino Unido que "ponga de relieve” su disuasión nuclear como un papel más destacado en la OTAN.

Hay un esfuerzo frenético en marcha para mantener el control sobre este orden mundial unipolar que se derrumba, y es esto, no las elecciones de noviembre, lo que está en juego. 

Durante los próximos tres meses y medio, Estados Unidos se adentrará en un periodo de inestabilidad sin precedentes, un hecho que se está agitando intencionadamente. Aquellos que muerdan el anzuelo y caigan en la política partidista no podrán ver lo que realmente está ocurriendo, y probablemente empeorarán aún más la situación. En su lugar, consideren la declaración de la candidata independiente al Senado por Nueva York Diane Sare, que el 1º de julio, hace sólo dos semanas, advirtió del posible asesinato de Donald Trump, dada la actual loca carrera hacia la guerra termonuclear con Rusia, y las contrastantes y modestas declaraciones de Trump en oposición. 

Esta es la razón por la que debe aceptarse la propuesta de paz para Ucrania del Presidente Vladimir Putin del 14 de junio, y rápido. Representa una mano tendida a Estados Unidos y Occidente, una propuesta de nueva arquitectura de seguridad que puede ser un puente desde la tragedia actual de una guerra global que acabe con la civilización hasta una posible relación respetuosa con todas las naciones del planeta. 

Así es como la Presidencia estadounidense puede salvarse de las actuales fauces de la muerte.